lunes, enero 16

entrecorte

Por el río ahora circulan las hojas que mordí ayer. Se van chocando con las piedras, perdiendo su color por el sol, volviéndose tristes con el cauce. Esperándolas está Raquel, a quien acordé mandarle un regalo atrasado, que sepa entregarse solo y que no ocupe espacio. Las flores son para ella, una para su cabello y otra para su jardín, aquel lugar donde jugábamos a ser estúpidos, donde pasábamos el tiempo admirando las nubes que se comían entre sí. Vuelvo a la casa y el agua hierve.

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